La AIEA alerta que ha acelerado la producción de uranio enriquecido y denuncia que no deje entrar a inspectores

Irán ha acelerado la producción de uranio enriquecido, con una pureza del 60%, hasta los 142.1 kilos, informó este lunes el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU, una cantidad de combustible que lo acerca peligrosamente hasta el límite donde es posible fabricar armas nucleares. En noviembre de 2022, Irán disponía de 62 kilos de uranio al 60 %, menos de la mitad que actualmente.

En el documento, el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, volvió a lamentar “profundamente” que Irán siga sin dar marcha atrás con su decisión de vetar la entrada de algunos de sus inspectores al país, lo que dificulta su capacidad de verificación del organismo y arrecia la sospecha de que Irán miente cuando asegura que su intención en ningún caso es caso es hacerse con la bomba atómica “porque lo prohíbe el islam”.

El acuerdo de 2015 de las potencias con Irán, del que el presidente Donald Trump sacó a Estados Unidos unilateralmente en 2018, y que Irán comenzó a incumplir un año después, establecía un límite de 300 kilos de uranio enriquecido con una pureza máxima del 3.67%.

La muerte que podría cambiar todo

El reciente intercambio de hostilidades con Israel, un país con un arsenal nuclear no declarado, pero ampliamente reconocido, provocó un cambio de tono en Teherán.

“No tenemos ninguna decisión de construir una bomba nuclear, pero si la existencia de Irán se ve amenazada, no habrá otra opción que cambiar nuestra doctrina militar”, dijo el 9 de mayo Kamal Kharrazi, uno de los principales asesores del líder supremo de Irán, Ali Jamenei.

Por otro lado, la trágica muerte del presidente Ebrahim Raisi y la convocatoria de elecciones en mes y medio, podría consolidar al sector duro pronuclear, tanto en el Parlamento como en la llegada a la presidencia de un candidato aún más duro que Raisi.

En abril, un alto legislador iraní y excomandante militar había advertido que Irán podría enriquecer uranio hasta el umbral de pureza del 90% requerido para una bomba en “digamos, unas semanas”.

El caso libio

El régimen revolucionario se ha mostrado reacio a ceder ante las demandas occidentales y desmantelar su programa por completo, ya que eso demostraría un tipo diferente de debilidad, según varias fuentes, que citan el ejemplo del líder libio Muamar el Gadafi, quien acordó en 2003 abandonar el programa nuclear de su país, sólo para verse derrocado y asesinado ocho años después tras la intervención militar de una coalición encabezada por la OTAN.