Durante su gestión, propuso al Presidente fusionar secretarías y focalizar esfuerzos a siete grandes temas, “pero nada se concretó”

El presupuesto asignado por el gobierno lopezobradorista para atacar la corrupción ha sido de 54 mil millones de pesos, “pero lamentablemente todavía hoy no se han alcanzado los resultados que merece el país”, aseguró Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, ex titular de la Secretaría de la Función Pública en el primer tramo de la 4T.

De hecho, el gasto anual anticorrupción se ha incrementado 16 por ciento al pasar de 8 mil 196 millones de pesos en 2019 a 9 mil 491 millones de pesos en 2014.

“Es un cliché decir que la falta de avance en la materia es porque faltan instituciones, al contrario, lo que tenemos es un exceso de instituciones, no se necesitan más, sino menos”, señaló la ex funcionaria, hoy investigadora en el Instituto de Investigaciones Sociales y directora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y Transparencia en la UNAM.

Las cifras de lo gastado en el presente sexenio, con escasos resultados, fueron presentadas en un Congreso Nacional de Ciencias Sociales al cual fue invitado La Crónica de Hoy.

“Las instituciones que se tienen son muy costosas, y están además sobrereguladas y sobreburocratizadas, lo que implica una gran telaraña”.

Habló, en específico, de cinco grandes dependencias abocadas en el papel a atacar la corrupción a nivel federal: la Secretaría de la Función Pública (SFP), la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción (FEMCC, a la cual se le comenzaron a inyectar recursos a partir de 2020), el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, la Auditoria Superior de la Federación, y el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información. Además de lo derrochado para el funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).

ONEROSO. La SFP ha sido la institución más onerosa durante la presente administración, con un incremento presupuestal de casi 82 por ciento: de 901.8 millones de pesos en 2019, pasó a mil 636 millones de pesos en 2024. También se disparó lo gastado en el SNA (cerca del 3%, al pasar de 132 a 136 millones en el mismo lapso), y la ASF (alrededor del 15%, al pasar de 2 mil 726 millones a 3 mil 111), la cual se encuentra inmersa en la polémica por el sospechoso despido de auditores incómodos y las acusaciones internas de proteger las malversaciones del actual gobierno, en especial en las llamadas mega obras.

“La corrupción y la impunidad son hermanas siamesas, una permite que la otra crezca, y viceversa”, apuntó Sandoval.