Roger Penske aseguró el martes que suspendió al presidente del Equipo Penske, junto a otros tres integrantes por dos carreras por su papel en el escándalo de trampa que ha golpeado a la IndyCar antes de las 500 Millas de Indianápolis.

En entrevista, Penske indicó que la indagatoria del consejo general encontró que “no hubo una mala intención de nadie” en el equipo y apuntó que el incidente se debió a que no siguieron el proceso interno y falta de comunicación.

También dijo se mantiene comprometido con el reinante campeón de las 500 millas de Indianápolis Josef Newgarden y que está activamente intentando firmar una extensión de contrato con el dos veces campeón de la IndyCar.

“Somos la misma empresa que hemos sido por 50 años y voy a mantener la cabeza en alto”, dijo Penske. “Esta es una situación desafortunada y cuando eres el líder tienes que tomar acciones. Lo hicimos y vamos a continuar. No intento ganar un concurso de popularidad”.

Tim Cindric, quien supervisa las operaciones del Team Penske y es el estratega de Newgarden, es la persona de más alto nivel en ser suspendida dos carreras. También fueron sancionados, el director Ron Ruzewski, el ingeniero de Newgarden, Luke Mason y el jefe de información de ingeniería Robbie Atkinson.

Penske le comentó que Cindric y Ruzewski “levantaron la mano como líderes del equipo” y aceptaron la responsabilidad en este desastre.

Ruzewski y Atkinson trabajan directamente en el auto de Will Power, quien fue el único de los tres pilotos del equipo que no fue acusado de ninguna infracción en el escándalo. Penske reconoció que Power no hizo nada y que la suspensión se debió al papel de Ruzewski y Atkinson con el equipo.

Ninguno de los integrantes del equipo de Scott McLaughlin fueron castigados.

Las suspensiones incluyen el evento en la pista en exterior de este fin de semana en el Indianápolis Motor Speedway y las 500 Millas, que Penske busca ganar por 20ma ocasión, para extender su récord.

A la pregunta de cómo podría Newgarden seguir adelante y recuperar el respeto de sus rivales, Penske dijo: “Lo tiene que hacer en la pista. Creo que entiende la gravedad de lo que sucedió y necesita que lo apoye”.

Indicó que continúan las conversaciones sobre su contrato con Newgarden, pero “que ciertamente” quiero volver a firmarlo.

El equipo dijo que completaron la indagatoria interna después de que la IndyCar descubrió que los tres autos de Penske tenían instalado un software ilegal y que le permite a los pilotos aplicar la función de push-to-pass al inicio y en los reinicios. El sistema es controlado por IndyCar y lo deshabilitan en los inicios y reinicios, momento en el que es ilegal incrementar los caballos de fuerza.